Sociedad Espartana
 

Régimen Socioeconómico

El régimen espartano estaba basado en la propiedad agrícola estatal y en la explotación fiscal –directa e indirecta– de las comunidades de periecos. 

El Estado era propietario de la tierra y de sus cultivadores, los ilotas. La superficie cultivable se hallaba dividida en lotes iguales (klêroi) distribuidos entre las familias que formaban la comunidad espartana, inicialmente a cada familia le fue asignado un klêros. El contenido de esta asignación consistía en el derecho a recibir una parte de la cosecha anual producida en su parcela por los ilotas a ella fijados. No existía la propiedad privada plena sobre la tierra ni sobre los ilotas. La familia ilota no podía ser separada del klêros al que había sido fijada, por consiguiente, a la familia titular de la parcela no le estaba permitido despedir, vender o matar a “sus” ilotas; además, la titularidad del klêros era hereditaria y no podía ser vendida, ni cedida, ni legada. 

Finalmente, hay que señalar la separación existente entre la propiedad y la posesión; a los espartiatas les estaba prohibido cultivar la tierra, dedicarse al comercio o a la artesanía, tampoco se les autorizaba la dirección o administración de “sus” explotaciones. 

En lo que concierne a los periecos, éstos estaban obligados a pagar impuestos y a servicio militar obligatorio. Las relaciones descritas dividían a la población del Estado espartano en tres clases sociales: espartanos, ilotas y periecos. Estas clases vivían obligadamente en territorios separados, lo que hace aparecer al régimen espartano como la articulación de tres comunidades o pueblos, donde la comunidad espartana, organizada en Estado, dominaba y explotaba a las otras dos.

Tolerancia de los delitos

Las costumbres de Lacedemonia ofrecían una mezcla de severidad y tolerancia respecto a lo siguiente: :

  • La violación de una doncella tenía pena de vida según las leyes de Esparta. 
  • El adulterio se miraba como un hecho imposible de realizar por lo que no estaba penada en las leyes. 
  • Algunas veces un marido cedía el lecho a otro hombre de mejor disposición para tener hijos robustos. 
  • Las calles de la ciudad no estaban alumbradas y no se dejaba llevar luz por ellas, para acostumbrar a los jóvenes a andar pro la oscuridad y entre las tinieblas. 
  • El robo estaba autorizado hasta cierto punto si se cometía con sagacidad, ya que si eran descubiertos, recibían duro castigo. 
  • Estaba prohibido viajar a fin de que no adquiriesen los hábitos y malas influencias de otros pueblos. 
  • El oro y la plata estaban prohibidos como objetos que podían corromper y afeminar a los hombres que fueron reemplazados por toscos metales. 

Las leyes de Licurgo fueron religiosamente observadas por espacio de ocho siglos dando un continuo ejemplo de moderación, de paciencia, de valor, de templanza, de justicia y de amor.

 
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